Mi país está atravesando por una grave crisis. No solamente la pandemia está en su punto más grave sino que la población ha tenido que salir a las calles a exigir sus derechos y se han encontrado con un estado represivo, violento y desalmado que ha usado todo su aparato criminal oficial y paramilitar para doblegar al pueblo.
Este es mi aporte desde la perspectiva de la espiritualidad en un momento en el que más que nunca tenemos que actuar.
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